Como el volcán resuena en sus adentros,
así, así la voz de Dios resuena en mí.
Y seréis sembradores de esperanzas,
ocupando los puestos del final,
para hacer que sean los pobres
los primeros, los primeros,
en tu altar.
Mensajeros de la voz de Dios
haciendo, haciendo visible todo Su Amor.
Y seréis sembradores de esperanzas,
ocupando los puestos del final,
para hacer que sean los pobres
los primeros, los primeros,
en Tu altar.
Cómo no dar una palabra de aliento,
a este mundo, a este mundo que camina en sequedad.
Y seréis sembradores de esperanzas,
ocupando los puestos del final,
para hacer que sean los pobres
los primeros, los primeros,
en Tu altar.
Y seréis sembradores de esperanzas,
ocupando los puestos del final,
para hacer que sean los pobres
los primeros, los primeros,
en Tu altar.
Texto: Jose María Tortosa
Música: Antonio J. Caballero